Recuerdo que cuándo estaba en plena edad del pavo mi madre solía decirme “Cuando eras pequeñita me daban ganas de comerte y ahora me arrepiento de no haberlo hecho” La verdad es que le di unos cuantos quebraderos de cabeza a la pobre mujer durante aquellos años locos. Ahora que convivo con un Shar Pei en plena explosión hormonal, entiendo mucho mejor el significado de aquellas palabras.
Me quedo perpleja al ver como mi adorable cachorro se convierte en un jovencito insolente. Hay veces que me cuesta un mundo que acuda a mi llamada cuando está jugando en el parque y no es porque no me oiga. No, no, nada de eso. Es porque no le interesa en absoluto volver a casa y opta por no hacerme el más mínimo caso. Aunque la mayor parte del tiempo es muy tranquilo y obediente en ocasiones hace cosas, como pedir comida o estirar de la correa, que no repetía desde hacía meses.
Parece que hayamos vuelto al principio y que tuviera que aprenderlo todo de nuevo. Vuelven los “no” y los toquecitos en el morro. No quiero pasarle ni una pues la adolescencia es tan importante o más que la propia infancia en la vida de un perro. Lo que Barney aprenda durante los próximos meses determinará en gran medida su comportamiento durante el resto de su vida y no me gustaría que se acostumbrase a salirse con la suya. Creo que en momentos como este es más importante que nunca mantenerse firme y no perder la calma. Si hay que repetir las cosas cien veces para que haga caso, se repiten cien veces. Lo importante es no retirarse hasta que haya obedecido. Mi Shar Pei es muy testarudo pero tengo comprobado que puedo llegar a serlo más que él.
Ya nos dirás que libro es y si realmente es efectivo.
Sandra, el libro se llama “Trucos para enseñar a tu perro” y es de la editorial Hispano Europea.
Te enseñan a guiar al perro para hacer un montón de ejrcicios, desde los más básicos hasta otros mucho más complejos. Estoy siguiendo las pautas del libro para enseñarle a Barney a caminar a gatas y la verdad es que cada vez lo hace mejor. Parece efectivo.
B7s